Mensaje para el Día Internacional del Medio Ambiente, el 5 de junio de 2020
De Vandana Shiva, Presidente de Navdanya International
El 31 de mayo, mientras que muchas personas morían a causa de la pandemia de coronavirus, millones de familias habían perdido sus medios de subsistencia debido al confinamiento obligatorio, mientras que millones de personas salían a las calles de las ciudades de los Estados Unidos para protestar contra la violencia y la brutalidad policial tras el asesinato de George Floyd, Elon Musk lanzó otra etapa de su proyecto SpaceX.
Como escribí en mi libro «El Planeta es de todos: Unidad contra el 1%» (Editorial Popular), la idea de Musk es crear ciudades autosuficientes en Marte para un pequeño número de privilegiados. En su visión del futuro sólo existen dos alternativas para la humanidad: la extinción o el escape a Marte. No considera que la Tierra, Gaia, es el único planeta viviente que conocemos. No hay un «planeta B». La sexta extinción en masa a la que nos enfrentamos, es un fenómeno causado por la acción humana y por precisas decisiones políticas global basadas en la codicia de unos pocos individuos, como la incesante extracción de recursos y del patrimonio natural, que han llevado a la destrucción de la biodiversidad, los ecosistemas y los procesos ecológicos.
En la visión del mundo de Musk y otros multimillonarios y en una economía basada en la codicia de unos pocos, no hay alternativas al extractivismo y la explotación, por lo que la extinción se convierte en el único futuro posible. Cuando se explotan los recursos disponibles de la Tierra, cuando se rompen los «límites planetarios», cuando se destruyen los ecosistemas que hacen posible la vida, ya no se podrá producir nada, no habrá supervivencia. Sólo así se ve una economía que sólo considera la acumulación y es ciega a los procesos ecológicos.
Esta visión es también falsamente pintada de «verde». Por ejemplo, tomemos el caso del litio, que es un recurso esencial para la industria de los automóviles eléctricos de Musk, que ha visto la expansión de minas en el norte de Tíbet, Chile y Bolivia, debido al aumento a la demanda del mercado de automóviles eléctricos. Un mercado que se proyecta duplicar para el año 2025.
Según Evo Morales, la causa del golpe de estado sufrido por Bolivia durante su mandato presidencial se encuentran precisamente en el litio. El golpe se produjo una semana después de que Morales nacionaliza el litio, afirmando que este recurso pertenecía al pueblo boliviano y no a las multinacionales. A la vez, había cancelado el acuerdo ACISA con Alemania, después de semanas de protestas de los habitantes en la zona de Potosí en las salinas del Salar de Uyuni, donde se encuentran entre el 50 a 70% de las reservas mundiales de litio.
ACISA suministra baterías a Tesla y después del golpe, el valor de las acciones de Tesla aumentó considerablemente.
Al pasar a una economía post-Covid, debemos tomar en cuenta todos los costos ecológicos, sociales y políticos de lo que se propone y de las decisiones que tomamos. Hacer que los costos sean invisibles para la tierra y las personas ha sido la forma en que la riqueza se ha acumulado en las manos de quienes escapan de la responsabilidad social y ecológica, dejando que estos costos sean asumidos por la tierra y las comunidades vulnerables. Es exactamente por esto que la degradación ecológica y la desigualdad económica se está aumentando.
En lugar de cuidar sus hogares y crear una justicia ecológica, social y económica, respetando las leyes y los límites ecológicos, y compartiendo la riqueza que la tierra y las comunidades crean, los colonizadores huyen constantemente de los lugares que han destruido y contaminado, para encontrar nuevas colonias que ocupar y extraer, otros lugares y otras personas que dominar y saquear.
Sin embargo este modelo de colonizar la naturaleza y el hombre está ahora en sus límites y es necesario considerar otras opciones.
En lugar de dejar que los ricos hagan planes de escape, a pesar que siguen saqueando este planeta, el camino que debemos de tomar es volver a la Tierra – en nuestras mentes y nuestros corazones- como una humanidad unida que tiene el potencial de satisfacer las necesidades de todos a través de regenerar la naturaleza creando y co-produciendo con ella.
El regreso a la Tierra comienza en nuestras mentes, liberándonos de las ilusiones que el 1% ha creado y continúa creando, que nos está empujando al borde de la extinción. Aún es posible recuperar nuestro potencial creativo para configurar el desarrollo de nuestras economías y democracias desde la base de la sociedad. Esto debe de seguir presente en nuestras mentes, en nuestros corazones y en nuestras manos.
Translation kindly provided by Carla Ramos Cortez
Foto: Manlio Masucci