Vatican News – 19 noviembre 2020 | Fuente
La Economía de Francisco tiene como objetivo el confrontarse entre empresarios, premios Nobel y científicos de diversas nacionalidades y creencias, para la creación de un nuevo modelo de economía. Uno de los oradores, que tendrá el evento será entre otros, la señora Vandana Shiva, L’Osservatore Romano, la entrevistó. Shiva es de la India, es física cuántica, activista y ambientalista, entre los principales expertos internacionales en ecología social y miembro del Foro Internacional sobre la Globalización. Está previsto que dé un discurso en Economía el viernes 20 de noviembre:
Ciudad del Vaticano
Vandana Shiva ha luchado para cambiar las prácticas y paradigmas de la agricultura y la comida. Entre las áreas en las que Shiva ha contribuido intelectualmente y a través de campañas, se encuentran los derechos de propiedad intelectual, biodiversidad y bioética. Asimismo, ha ayudado a organizaciones de lucha social del Movimiento Verde en África, Asia, Latinoamérica, Irlanda, Suiza y Austria con sus campañas en contra de la ingeniería genética.
Ciertamente ha tenido la oportunidad de leer la encíclica del Papa Francisco Laudato sì. ¿Qué impresión le dio?
No sólo leí la encíclica del Papa Francisco Laudato sí, sino que participé en el diálogo en el Vaticano sobre cómo redefinir la economía e ir más allá de la economía de la indiferencia. Cuando leí Laudato sí, sentí como si estuviera leyendo nuestros antiguos textos védicos, especialmente Atharvaveda, sobre nuestro deber de tener respeto por la Tierra y todas sus criaturas.
¿Qué espera del evento de Asís?
El evento estaba programado para marzo, antes del Covid, antes del confinamiento. Dada la crisis ecológica, la crisis de la desigualdad social y económica, considero que este evento es muy importante. Incluso en marzo estaba claro que necesitamos una economía del dar y compartir para el bienestar de todas las criaturas en nuestra casa común. Con el Covid y el confinamiento la «Economía de Francisco» se ha convertido en un imperativo ético y ecológico para la supervivencia y el bienestar del planeta y de las personas. Estoy deseando participar.
¿Cómo ayudan las religiones a recuperar el contacto auténtico con la Creación? ¿Puede ser un obstáculo una percepción diferente del origen y la teología de la Creación?
En el fondo, todos los credos nos enseñan a cuidar de la creación con los demás. Ninguna fe dice que destruyamos la tierra o que dejemos que nuestro vecino se muera de hambre. Las historias sobre la creación pueden ser diferentes, pero el deber de crear es común. Las religiones se centran en el deber y nos unen en nuestra humanidad común. Una política de divisiones y mandamientos crea contrastes. Para mí, las enseñanzas de Isho Upanishad y Gandhi son de gran importancia para comprender los límites ecológicos y las condiciones ecológicas de los dones de la Tierra.
Sintetizando las enseñanzas de Isho Upanishad, Gandhi nos recuerda que «La Tierra tiene suficiente para las necesidades de todos, pero no lo suficiente para la codicia de unos pocos. El primer mantra del Isavasya Upanishad dice: «Isavasyam idam sarvam yat kim ca jagatyam jagat, tena tyaktena bhunjitha, ma gridhah kasyasvid dhanam» (Isa 1) (El universo y la tierra están impregnados de lo divino y son para el beneficio de todos los seres vivos. Debemos disfrutar de los dones de la Tierra a través de la renuncia, no a través de la codicia por la posesión y la explotación. Tomar más de lo que nos corresponde para satisfacer nuestras necesidades es un robo a otras especies, a otros seres humanos y al futuro). En un mundo interconectado que regenera la vida, tomar más de lo que nos corresponde violando los límites ecológicos de la regeneración crea una crisis ecológica y violar los límites éticos de la justicia crea escasez, pobreza y hambre en la sociedad. Cuando los poderosos toman más de los dones de la Tierra a través de los modelos de consumo y producción extractiva impuestos por ellos, hay menos para los demás. En un mundo basado en la codicia, en tomar sin dar, «más es menos». Cuanto más ricos, multimillonarios y poderosos, menos significa para la Tierra y la gente.
Usted fundó, hace varios años, el movimiento Navdanya, para la protección de las semillas autóctonas de las patentes de las multinacionales. ¿A qué punto va esta «batalla»?
Fundé Navdanya porque no podía aceptar la mentira de las multinacionales de que la semilla es como una máquina que ellos inventaron y por lo tanto tienen la patente. En mi opinión, esto es una violación de la integridad de la creación y sus organismos vivos. OMG (Organismo modificado genéticamente) significa para las empresas, «God Move Over» (Dios, apártate). Ahora somos nosotros el Creador. Ahora somos dioses. Para mí, Navdanya es mi servicio a la creación y a los derechos comunes de los agricultores. Hemos creado 150 «Bancos de Semillas» comunitarios, he contribuido en nuestras leyes que dicen que las plantas, los animales y las semillas no son invenciones humanas y por lo tanto no son patentables. Ayudé a redactar leyes que reconocen los derechos de los agricultores. Hoy en día, las empresas de biotecnología y los multimillonarios quieren crear una agricultura digital y una agricultura sin agricultores. Quieren reemplazar la comida real y el pan de la vida con comida de laboratorio patentada. La pobreza y el hambre y las enfermedades crónicas son el resultado de la codicia de las empresas que inyectan venenos y productos químicos para hacer crecer los alimentos y procesarlos.
Ahora se intenta crear alimentos artificiales y alimentos falsos en el laboratorio y patentar cada paso del proceso, lo que contribuye a nuevas actividades de extractivas y a una mayor crisis sanitaria y alimentaria. Cada paso hacia una mayor extracción, hacia la complicación de los procedimientos, hacia la manipulación, hacia la concentración, crea más demanda de los recursos de la Tierra y priva del justo compartir a otras especies y a otras personas. En este momento, las comunidades de Navdanya se enfrentan al nuevo reto de proteger su soberanía alimentaria, su soberanía de conocimientos, su soberanía económica. Ahora debemos crear «Bancos de Semillas» comunitarios para proteger las semillas de la vida, los alimentos para la vida, los medios de vida rurales y la sacralidad de los alimentos.
¿Cómo podemos convencer a las multinacionales de que abandonen la lógica del beneficio?
La codicia y el poder hacen que los multimillonarios que controlan las grandes corporaciones sean ciegos y sordos. No creo que necesitemos convencerlos. Necesitamos estar convencidos, como individuos y comunidades, de que debemos tomar medidas para amar y proteger la tierra, para tener compasión por todas las criaturas, para compartir. Encontrar alternativas basadas en dar y compartir crea una prosperidad compartida y nos libera del control de las grandes empresas.
¿UD es optimista?
Soy optimista, porque cada día guardo y siembro semillas de esperanza, semillas de resistencia.
En algunos casos la tecnología parece permitir a los países más pobres con características desfavorables poder de igual manera cultivar y así aliviar su pobreza. Según usted, en este caso ¿es correcto recurrir a la tecnología o en todo caso es mejor escuchar a la Tierra, cuando nos dice que un determinado lugar no está destinado, según la naturaleza, para el cultivo?
Durante las últimas cuatro décadas, he estudiado las tecnologías impuestas en países como el mío con la motivación de que esto crearía crecimiento y eliminaría el hambre y la pobreza. Realicé un libro sobre la «Revolución Verde» que creó nuevos mercados para la industria de los fertilizantes, destruyó el suelo y el agua y contribuyó al cambio climático, dejando a los agricultores atrapados en la deuda. Los OMG se introdujeron con los mismos argumentos. Dejaron un rastro de deudas y suicidios, y aunque se vendieron como una tecnología milagrosa de control de plagas, no lograron controlar las plagas. Cientos de agricultores han muerto por envenenamiento con pesticidas… La tecnología significa herramientas. Las herramientas deben ser evaluadas y elegidas responsablemente. Las herramientas son medios para mejorar el bienestar de acuerdo con las leyes de la ecología.
Los barones de la Gran Tecnología están tratando de elevar las herramientas a través de las cuales obtienen súper ganancias tomando nuestros datos y patentando todo – nuestras semillas, nuestra comida, nuestra información – a una nueva religión. Las herramientas y tecnologías se están convirtiendo en el fin y la humanidad y la tierra se están reduciendo a medios. Los seres humanos se definen como «tecnología no desarrollada», que necesita ser mejorada para convertirse en un apéndice de las máquinas. Los alimentos reales y nutritivos se definen como «tecnología no desarrollada» que se actualizará a través de alimentos de laboratorio, alimentos artefactos. Necesitamos poner las herramientas y la tecnología en su lugar, como un medio para fines más altos.
¿Qué opina de los diferentes movimientos de defensa del medio ambiente que han surgido en los últimos años en Europa por ejemplo, el movimiento juvenil de Fridays For the Future?
Cualquier movimiento es bienvenido. Mis esfuerzos siempre han sido unir diferentes creencias, clases, géneros, razas para buscar nuestra humanidad común al enfrentarnos a la injusticia. Proteger la tierra es el deber de todos. Las economías del cuidado cuidarán de la Tierra y de las futuras generaciones.
¿Qué papel desempeñan las mujeres en la transición ecológica?
Como físico cuántico tengo un papel. No me suscribo al Esencialismo. Mis experiencias de vida me han enseñado que las mujeres han sido dejadas para cuidar de sus familias y comunidades. El trabajo de asistencia ha sido considerado como no laboral, despreciado y menospreciado. Pero ya sea la pandemia, o el llamado a regenerar la tierra o a cuidar de las comunidades que enfrentan el hambre, el desempleo y la pobreza, la experiencia y la dedicación de las mujeres, que asisten, guiarán la transición ecológica. Cada movimiento ecológico en el que participé fue liderado por mujeres. Las mujeres nunca olvidan cómo cuidarse. Pueden enseñar a todos, el valor del cuidado, de la asistencia, del amor y de la compasión.